Qué hacer con el vestido de novia después de la boda

Las opciones son infinitas. Puedes desde guardarlo y conservarlo para siempre hasta hacer otro vestido, donarlo o crearte algún accesorio.

Así es, creatividad al poder con el vestido de novia. A veces pensamos que la inversión económica que se hace en el vestido de novia para tan solo lucirlo un día es muy grande pero, sí quieres, puedes aprovecharlo y darle una segunda vida, tanto para ti como para otras personas.


1. Dónalo

Esta opción nos parece preciosa cuanto menos. No lo volverás a utilizar tú pero sí lo hará otra mujer que quizás, debido a sus recursos económicos, no puede permitirse comprarse un vestido así.  Hay diferentes firmas y asociaciones que recogen los vestidos de novia para hacerlos llegar a la población más vulnerable. Es un gesto lleno de amor e ilusión.

2. Renuévalo y diseña un segundo vestido

Hay diferentes marcas, diseñadores o profesionales que pueden darle una segunda vida a tu vestido. Llévalo y trata de diseñar otro que puedas utilizarlo para otra ocasión especial. Hay algunas chicas que incluso llegan a teñirlo y parece otro completamente diferente. En este sentido puedes quitar las mangas o hacerlo más corto por ejemplo. 

3. Crea accesorios

Esta opción la puedes combinar con la anterior. Con la tela que ha sobrado a la hora de renovarlo puedes crearte diferentes accesorios que podrás utilizar en muchas y diferentes ocasiones. Puedes crear bolsos, cinturones, brazaletes… ¡Échale imaginación y acude a profesionales que te crearán verdaderas obras de arte!

4. Véndelo

Tanto si necesitas el dinero como si piensas que no vas a volver a utilizarlo y quieres recuperar parte de la inversión, venderlo es la mejor opción. Hay grandes firmas que lo cogen para posteriormente reutilizarlo y tiendas de segunda mano.

5. Guárdalo para siempre

Esta es una de las opciones más populares. Hay parejas que en cada aniversario se lo vuelven a poner y celebran el aniversario muyyy guapos! Quién sabe, quizás cuando hagáis los 25 años de casados lo vuelves a llevar. ¿Te imaginas? ¡Qué ilusión