Cómo vestir si eres madrina en una boda

Si estás leyendo este post es porque seguramente vas a ser la madrina de uno de tus hijos el día de su boda, y ¡qué ilusión! ¡¡Enhorabuena!!



Hay muchos días especiales a lo largo de nuestras vidas pero, sin duda, este será uno de los mejores. Acompañar a tu hijo a su ceremonia como madrina es uno de los mejores paseos que una madre puede dar con su hijo, acompañándolo en su gran día. Quieres radiar ese día, con permiso de la novia por supuesto, y por eso en este post te aconsejamos a cómo elegir el vestido de madrina.

Nuestro primer consejo, y creemos que el más importantes para novias, invitadas y ahora madrinas, es que te sientas tú misma. Ese día especial, sí, pero no pierdas tu esencia y tu personalidad.


Siempre se ha dicho que la madrina tiene que ser esa figura que destaque por la elegancia y la discreción. Debemos intentar no eclipsar a la novia, así que huye de vestidos con mucho brillo y recargados.

El protocolo dice que en bodas de día no se debe llevar vestidos largos pero, en esta ocasión, la madrina tiene el privilegio de poder lucir uno de ellos ¡Serás la única de toda la boda que pueda llevar un vestido largo! Las madrinas, tanto si la boda es de día como de noche, llevan vestidos largos. El protocolo ante las mangas también tiene algo que decir, y es que los brazos de la madrina no pueden quedar al descubierto, aunque son ya muchos los diseñadores que hacen vestidos de madrina con manga francesa o corta.

En cuanto a los complementos, hay muchas madrinas que ese día quieren arriesgar y lucir como nunca (sin ensombrecer a la novia, por supuesto) y acuden a complementos que se escapan de lo habitual. No tengas miedo, si te gusta ese estilo, es perfecto para este día. Puedes ponerte desde un tocado, una pamela o una mantilla hasta unos guantes.

El color, por supuesto, huye del blanco, del crudo o similar. Ese color es exclusivo de la novia. Es un día bonito, especial, alegre, por lo que recomendamos que vayas con colores vivos.

Recuerda, sé tu misma, natural y siéntete cómoda. Y por supuesto, ¡disfruta de uno de los paseos más especiales con el novio, tu hijo!