El baile nupcial es uno de los momentos de las bodas que más ha perdurado en el tiempo.
Cierto es que, aunque ese momento en concreto sigue existiendo, son muchas las parejas que deciden cambiar el clásico valls por otro tipo de música y de baile. O bien eligen una canción que les representa, su canción favorita o simplemente que les gusta y no hacen un vals, sino una ‘coreografía’ sencilla con dos pasos o una bien elaborada!!.
Hoy en día, además de elegir una alternativa al vals con otro tipo de música, hay parejas que deciden cambiar ese baile por otro momento único y especial. Si vosotros entráis en este tipo de parejas, en este blog os vamos a dar cuatro alternativas al baile nupcial.
Estas alternativas son ideas que tienen infinitas posibilidades de ser modificadas a vuestra boda, a vuestro gusto.
1. Bingo
Nos encanta esta idea, tras la comida o cena, antes del momento fiesta nos parece un momento idóneo para hacer un bingo y avivar a la gente. Podéis repartir a cada uno de los invitados tres cartones y que sean los novios o amigos quien sean los que canten la línea y el bingo. Si os apetece, podéis tener regalos preparados para premiar a los ganadores.
2. Karaoke
¡Wow! Nos parece una idea chulísima. Podéis plantearlo a modo competición entre mesas. Preparar un proyector y que cada mesa cante una canción. Una vez todos han cantado, podéis utilizar el ‘aplausímetro’ (jeje) y premiar a una de las mesas.
3. Juego de los novios
Este juego, a diferencia de los otros dos, es más para vosotros mismos que para vuestros invitados, aunque cierto es que les podéis hacer partícipe. Podéis decirle a los invitados que hagan preguntan de ‘¿Quién es el más…? o ¿Quién de los dos…?’ Sin revisar las preguntas antes (es lo gracioso para que no podáis descartar ninguna) uno de vuestros amigos puede preguntarlas y entre vosotros dos tendréis que responder quién es. ¡Es un juego en el que las risas no fallan!
4. Vídeo para los novios
Este quizás es de los más emotivos, aunque también puede ser divertido. Muchos novios piden a los videógrafos que durante el tiempo transcurrido en la boda pidan ‘declaraciones’ a familiares y amigos para que así, con un pequeño montaje hecho in situ, lo proyectan y tanto los novios como los invitados lo ven.